Está demostrado que tener una vida sexual activa y feliz no sólo mejora tu estado de salud físico sino también el emocional y eso se proyecta a toda nuestra vida, tanto laboral como personal. Pero ¿qué ocurre cuando hay una causa externa, ajena a nosotros mismos, que nos impide tener esa vida sexual? A veces un mal estado físico, el estrés e incluso el agotamiento son causas que pueden marcar un punto de no retorno en nuestras relaciones, por eso es tan necesario dar la importancia que verdaderamente tiene nuestra vida sexual en todos los ámbitos de nuestra vida.