Descubrir Alicante con niños es una experiencia que se puede llevar a cabo en cualquier momento del año, asegurándonos unas vacaciones soleadas, ya que pueden presumir de contar con más de 300 días de sol al año. No por ello, las visitas tienen que ir enfocadas al turismo de sol y playa, la Costa Blanca es un buen destino para familias, más allá del turismo veraniego, porque también es montaña, historia y cultura propia. En definitiva, diversión para toda la familia.
Planes con niños
Hay muchísimos planes que la ciudad nos puede ofrecer para disfrutar en familia, como queda reflejado en la web de turismo. Ya se ha comentado que Alicante es mucho más que sus preciosas playas, hay multitud de entornos naturales y rutas de senderismo que se pueden recorrer, incluso con carrito de bebé, lo que facilita que podamos acercarnos con niños desde que son bien pequeños:
- La Font Roja: este parque natural situado en Alcoy, es uno de los lugares más visitados. Zona de excursiones por excelencia, ya que ofrece un abanico amplio de actividades para estar en contacto con la naturaleza, que pueden ser muy disfrutadas por los más pequeños. Hay miles de rutas sencillas que se pueden hacer con los más pequeños, para ir adentrándolos en el mundo del senderismo, además de merenderos donde podremos disfrutar de la comida casera, ya que es una zona donde no se permite realizar fuego. Cuenta con un pequeño bar-restaurante y aseos públicos.
- Casa Tápena: se trata de un espacio natural en Onil en el que se han querido reconstruir cuatro zonas paisajísticas (zona húmeda, zona forestal, jardín mediterráneo, zona agraria), ofreciendo una propuesta variada para toda la familia. Este precioso lugar cuenta con merendero, barbacoas y tres zonas de juego. Lo más divertido de la visita es sin lugar a dudas el laberinto vegetal de 7Km cuadrados que fascina tanto a niños como adultos. Antes de entrar a este laberinto se nos propone un desafío: conseguir llegar al centro, abrazar el abeto que allí se halla y pedir un deseo, que solo se hará realidad en el caso de que consigamos salir del laberinto sin perdernos. Y hay que conseguirlo dentro de su horario de apertura que es de lunes a viernes de 9.00 a 14.00, sábado y domingo de 9.00 a 15.00h.
- Cuevas de Canelobre: se encuentran en Busot, a unos 24km de Alicante. Es un plan al que hay que ir preparado, ya que se realizada la visita de forma guiada en grupo, pero se pueden consultar los horarios y sus precios en la web. Son realmente bonitas de ver y están muy bien conservadas. Durante la visita nos explicarán cómo se han formado y por qué la podemos ver como está a día de hoy.
- Otro de los parajes más bonitos es Les Fonts del Algar: durante todo el año podemos deleitarnos con un paseo lleno de saltos de agua, pozas y cascadas, en Callosa d’en Sarrià. Además, si las visitamos en verano podremos refrescarnos.
- El Rincón Bello: es otra de las propuestas recreativas de la provincia. Situado en la Sierra de Maigmó cerca de Petrer, es un tranquilo paraje que se encuentra alrededor de un barranco al que se puede bajar a través de una senda forestal apta para todas las edades. Nos sentiremos aventureros por un día.
- La Vía Verde, también situada en el Maigmó, es una ruta de 22 km para hacer andando o en bici, con embalses, árboles, 2 viaductos y 6 túneles, por lo que no debemos olvidarnos las linternas. Se puede hacer en dos direcciones, aunque es recomendable empezar desde Agost, si no se va a poder hacer entera para no perderse los túneles, que es lo más llamativo para los niños. Se puede pasar allí el día ya que hay un gran merendero, muy equipado.
- Ruta al faro del Albir: es una ruta maravillosa, en la que cambiamos el interior por la costa. Son solamente cinco kilómetros de ida y vuelta, con el suelo asfaltado, por lo tanto, ideal para ir con carritos de bebé. Durante el camino hay varios miradores y zonas para comer. Hay dos puntos imprescindibles: la Cova de la Ballena y una antigua mina de ocre. Al final del recorrido nos encontramos en el faro del Albir y con unas vistas impresionantes del precioso mar Mediterráneo.
Un plan cuando vamos con niños, y que nunca falla, es visitar un castillo. Una vez dentro podemos trasladarnos con nuestra imaginación a otras épocas. En la provincia de Alicante tenemos más de 200 edificaciones de este tipo, siendo de origen árabe o medieval su mayoría:
- El Castillo Santa Bárbara: está ubicado en la cumbre del monte Benacantil, casi en pleno centro de la ciudad. Es una de las grandes fortalezas de España, desde la que se puede admirar la bahía de Alicante. En él realizan exposiciones y visitas guiadas, en las que nos van descubriendo sus secretos. En verano realizan visitas teatralizadas, que se pueden disfrutar en familia, mientras nos descubren el pasado del Castillo.
- El Castillo de Mariola: una ruta excelente para introducir a los más pequeños de la casa en el mundo del senderismo, ya que se trata de un camino sencillo, con poca pendiente y rodeado de árboles. Al hacer cumbre podremos disfrutar de unas vistas espectaculares. También tiene una zona habilitada para poder comer, jugar y descansar después de la excursión.
Afortunadamente en Alicante contamos con museos que pueden gustar tanto a un público adulto, como al más exigente, el de los niños. Es importante acercar la cultura en todas las edades y podemos decir que en la provincia la oferta es muy amplia:
- Museo de Hogueras: este museo está dedicado a la fiesta más importante de la ciudad, Las Hogueras de San Juan. Los niños quedarán asombrados con los “ninots indultats”, (muñecos de hogueras indultados) que se encuentran en este museo, que recuerda al Museo Fallero de Valencia. La entrada es gratuita.
- Museo Arqueológico de Alicante (MARQ): alberga exposiciones del mundo antiguo. Podremos conocer, en sus diferentes salas, la prehistoria, la época íbera, la romana…. Además, habitualmente se realizan exposiciones temporales muy chulas. Por sus salas han pasado, por ejemplo, los Vikingos y los Mayas.
- Museo del Juguete en Ibi y Museo de la muñeca en Onil: ambos son museos dedicados al juguete antiguo y a la industria del juguete, tan importante en la provincia. En ellos se pueden ver cómo eran los juguetes de nuestros antepasados, lo que resulta muy curiosa tanto para mayores como para pequeños.
Escapada sólo para adultos
Si dentro de nuestros planes podemos organizar una visita sólo para adultos, después de haber recorrido la geografía de la provincia en familia, es más que recomendable un poco de enoturismo. No podemos olvidar que Alicante forma parte de las rutas de vino de España: se trata de una zona vitivinícola en la que destacan su autenticidad y su vocación por deleitar con un enoturismo de calidad y experiencial.
Visitar las bodegas de Alicante es una experiencia muy gratificante. Adentrarse en el mundo del vino nos hará cambiar la visión que tenemos de él, al mismo tiempo que probamos los mejores vinos de la zona. No es necesario poseer conocimientos sobre vinos, como nos dicen desde Bocopa, ya que, de lo que se trata es de realizar la visita dejándose llevar por los expertos, que serán los que nos ayuden a desvelar los secretos a través de los cinco sentidos.
Parece más que demostrado que visitar Alicante con niños, nos sorprenderá. Y además podemos hacerlo en cualquier época del año porque hay planes para todos los gustos, ahora que ha quedado claro es una ciudad que puede ofrecer mucho más que playas. Espacios para la cultura, la naturaleza, el ocio, las tiendas…diversión y calma para el disfrute en familia.