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Un sistema de calefacción fiable, imprescindible para muchas familias antes de que llegue el frío

Durante las últimas cuatro o cinco décadas hemos tendido a pensar que estábamos beneficiándonos del conocido Estado del Bienestar y de todas las ventajas que llevaba implícitas. Y han dicho que la vida en España había cambiado mucho a mejor todavía seguiría evolucionando de una manera positiva durante muchas décadas más. Todos y todas empezábamos a dar por sentado que, aunque no tuviéramos un nivel de ingresos demasiado elevado, siempre podríamos hacer frente a las necesidades básicas del ser humano en el interior de nuestras fronteras. No contemplábamos una alternativa en la que tuviéramos carestía de cualquier cosa.

Desde que se iniciara la crisis económica de 2008, hemos ido viendo cómo todos y cada uno de nuestros temores se iba convirtiendo en realidad. La gente fue perdiendo su empleo, perdiendo cada vez más recursos y viendo cómo era realmente complicado volver a insertarse en el mercado laboral. Y claro, como cabría esperar en situación así, empezaron a faltar en muchos hogares algunos productos o servicios que eran y siguen siendo básicos para disponer de una cierta calidad de vida. De hecho, y como fruto de aquella crisis, sigue habiendo carestía de elementos de primera necesidad en un importante número de familias.

Durante los primeros días del mes de febrero de 2018, muchas de las zonas de nuestro país sufrieron una ola de frío habitual de la época. Fue entonces cuando el diario Público sacó a la luz una noticia que ponía cifras a la pobreza energética en España. Decía, en concreto, que una de cada diez personas no podía calentar su hogar en nuestro país. Y esto pone de manifiesto todo lo que os estábamos contando más arriba: la pobreza en España es real y eso tiene como consecuencia no solo que tengamos pocas cosas que llevarnos a la boca, sino también que estemos expuestos a las inclemencias del tiempo.

Pero ojo que ese no es el único dato que indica el grado de pobreza energética que hay en España. Una noticia publicada por el diario El Mundo hacía referencia a que el 66% de los españoles no dispone de un sistema de calefacción que sea adecuado para su vivienda. Y la verdad es que esto, en un año en el que hemos sufrido un temporal como el de Filomena, dice mucho de la cantidad de cosas que debemos mejorar todavía para considerar que vivimos en un Estado del Bienestar real y no solo el que existe en la cabeza de muchos de los políticos que nos gobiernan y nos han gobernado durante todo este tiempo.

La vida familiar de la gente depende en buena medida de la calidad de vida de la que dispone. Y eso también depende en buena medida de todos esos productos y servicios a los que tengamos acceso en nuestro hogar. Uno de los más importantes para las familias es el que tiene que ver con la instalación de su calefacción y la gente lo sabe, porque está aprovechando los meses de verano para mejorar sus sistemas de calefacción. Eso es lo que nos han comentado desde García Guirado. Y es que no cabe duda de que hablamos de un servicio imprescindible y clave para hacer que podamos tener acceso a la vida que nos merecemos.

Un buen momento para cambiar la instalación

Hay momentos que son óptimos para iniciar el cambio en la instalación de la calefacción. Y es precisamente este, el verano, el indicado para llevar a cabo este proyecto. Lo es por una cuestión lógica: ahora nos ocasiona menos perjuicios que durante los meses de otoño o invierno porque no lo utilizamos. Además, sirve para prevenir también los primeros fríos: recordad que en el mes de septiembre ya hay algunas zonas, especialmente del interior peninsular, que pueden padecer las primeras heladas.

Son muchas las personas cuya tranquilidad, felicidad y comodidad depende en buena medida de un sistema de calefacción como del que hemos venido hablando. Es fundamental para la vida hogareña, para los más pequeños y los más mayores. Y por eso conviene que hagamos todo lo que esté en nuestra mano para intentar conseguir un sistema que sobre todo sea eficaz y reduzca al máximo los problemas que puedan estar derivados de una calefacción ineficiente o que ya lleve instalada demasiados años en nuestra vivienda.

Estamos en un momento en el que ha quedado claro que necesitamos mejoras en nuestra calidad de vida. Hemos perdido alguno de los avances sociales que habíamos ganado durante muchos años y es evidente que es el momento para recuperarlos. Empezar por la vida en nuestro hogar, el lugar en el que pasamos una mayor cantidad de tiempo, es básico. Es la mejor manera de coger el toro por los cuernos y empezar a trabajar en algo que debe servirnos para dar un salto cualitativo en lo que a nuestro día a día se refiere.

 

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