La crisis económica nos está haciendo volver al pasado, a recuperar viejas costumbres, especialmente para ahorrar. Pero a veces, lo que creemos que es un paso atrás por estar acostumbrados a otro tipo de modernidades, tiene también su encanto.
Por ejemplo, antes eran muchas las madres o las abuelas que recurrían a hacer ellas mismas los pañales de sus hijos y nietos, cocinaban las papillas en lugar de comprarlas ya en supermercados o farmacias e incluso llegaban a coser la propia ropa de los más pequeños.
Como decimos, en lugar de ver esto como un atraso, podemos encontrarle su parte buena y tener productos únicos con los que vestir a nuestros pequeños. Los bordados para bebés de Primera Edad son artículos preciosos que con la masificación de las tiendas de ropa low cost no teníamos fácil acceso a ellos y los estimábamos tanto.
La falta de liquidez económica está llevando a muchas familias a disfrutar de las labores en casa y de las manualidades para ahorrar dinero en salidas de ocio y, además, está consiguiendo que no solo ocupen su tiempo libre, sino que hagan algo productivo y de aprovechamiento, bien a modo de ropita para bebé o tricotando una bufanda de lana, algo fácil y que podemos utilizar en cualquier momento del invierno.
Se trata de un ocio muy barato y sencillo de aprender. Si tenemos a mano a alguna abuela o madre, o incluso alguna tía que sepa de labores, podemos pedirle que nos de unas clases y no pagar por ellas. Incluso, por Internet, están disponibles muchos tutoriales con explicaciones y vídeos de cómo hacer ropita de bebé personalizada y paso a paso. Hay patrones y diferentes diseños que podemos usar para inspirar nuestras propias creaciones.
Además, este tipo de labores tienen un valor añadido ya que se trata de algo único. Por ejemplo, a la hora de hacer un regalo a unos amigos que han sido padres o algún familiar que haya tenido un hijo, podemos entregarle algo hecho por nosotros, desde un babero personalizado hasta unas toallas o sábanas con el nombre del bebé. Será un recuerdo único para toda la vida que lo utilizarán y lo guardarán con cariño. Además, si nos atravemos, podemos también crear unos bonitos diseños para trajes de fiestas como bautizos. Este tipo de ropa tiene siempre un valor añadido y suele mantenerse dentro de las familas.
Pero que no cunda el pánico entre los más torpes o con menos tiempo. Incluso, si no somos muy duchos en el tema o hábiles con las manualidades, existen tiendas donde podemos comprar regalos para bebés personalizados, como Minijulieta.com.
La ropa de bebé hecha a mano siempre será más especial que aquella que compremos en una tienda que vende a masas de personas y que nos viste a todos por igual. Asimismo, los materiales con los que se fabrica son de una mayor calidad y podemos escogernos nosotros mismos.
Últimamente, existe también la moda de consumir productos que cuyos componentes sean respetuosos con la piel de las personas. Esto es algo de suma importancia y más cuando elegimos vestir a los más indefensos, que son los bebés. Los mayores somos los responsables de su bienestar y debemos darle lo mejor dentro de nuestras posibilidades.
Por ello, desde este artículo, os animamos a que vistáis a los más pequeños de una manera natural, con productos que respeten su cuerpo y su piel y que, incluso, con diseños personalizados, los hagan únicos. Si además los hacéis vosotros o los encargáis a alguien que sepa, se podrá decir que están hechos con el mayor cariño del mundo hacia esas personitas tan pequeñas.