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Las familias modernas prefieren la biomasa

Las familias jóvenes están dejando atrás los clásicos sistemas de climatización para pasarse a la biomasa, una energía limpia, ecológica y económica. De hecho, según el diario enesgética21  casi 245.000 instalaciones de calefacción se alimentaban con biomasa al cierre del ejercicio 2017, según los datos ofrecidos por el Observatorio de la Biomasa que gestiona la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa, Avebiom. Una cifra que supone un incremento del 23,15% con respecto al año anterior, 46.027 instalaciones más, gracias fundamentalmente al importante aumento de las estufas de pellet, que ha alcanzado un nuevo récord.

Este hecho da mucho más que esperanza a nuestro ecosistema porque si consiguiéramos que, al menos el 50% de las familias que se mudan, reforman su vivienda o crean un nuevo hogar, escogiera las estufas de pellets o calderas de biomasa, reduciríamos las emisiones de CO2 notablemente en nuestro país, y ya no te digo lo que se reduciría a nivel mundial.

El uso de la biomasa como combustible en sustitución del gasóleo de calefacción ha evitado la emisión de 4,67 millones de toneladas de CO2, equivalente a la contaminación de 3,1 millones de vehículos en un año, según datos del Observatorio. Si siguiéramos con esta tendencia, las ventajas serían incalculables.

Ahorro económico

Pero hablando egoístamente, no se trata solo del beneficio ecológico que suponen, sino también del económico. Según la web de Vimai, 1 kilogramo de pellets equivale a 5 kilowatios de potencia eléctrica, 24 kilos de combustible representa una bombona de gas butano y dos kilos de biomasa es como un litro de gasoil. Teniendo en cuenta que dos kilos de pellets tienen un precio de 0,42 frente al 1,314 del precio del litro de gasoil a día de hoy. Sacad cuentas del ahorro.

El presidente de Avebiom, Javier Díaz, destacó que «este progresivo incremento del uso de la biomasa es una tendencia generalizada en toda Europa, donde el 16% de las calefacciones ya utiliza biomasa, porcentaje que se sitúa cuatro puntos por encima del registrado en España».

Por comunidades autónomas, el ranking lo lideran Andalucía, Castilla y León y Cataluña, que superan los mil de megavatios instalados.

Además, son muchos los consejos que podemos encontrar para ahorrar energía. Algunos son básicos o evidentes, como por ejemplo cambiar las bombillas de casa por las de bajo consumo o no dejar luces encendidas cuando no lo necesitemos, pero tenemos otros que aportan grandes cambios en nuestro consumo responsable diario y os sorprenderá descubrir que podéis llegar a ahorrar mucha energía.

  1. Apaga o desconecta los cargadores o aparatos que no necesites

Si tienen una luz en stand-by, o por ejemplo una pantalla de ordenador siempre encedida, aunque este esté apagado, vas a estar siempre gastando energía.

  1. Utiliza luz natural

Una única ventana orientada al sur puede iluminar de 20 a 100 veces más que la electricidad una superficie. Apagar una bombilla de 60 vatios durante cuatro horas al día es un ahorro de más de diez euros al año. De modo que si aprovechas al máximo la luz natural ahorrarás en el precio de la electricidad y en el consumo de energía.

  1. Lava a una temperatura más baja

El lavado a 30ºC en lugar de 40ºC puede ahorrarte un tercio del costo para ejecutar el ciclo.

  1. Cuelga la ropa y no uses la secadora

Puede que tarde algo más que con la secadora, pero si utilizas el método que de hecho se ha utilizado toda la vida antes de la irrupción de las secadoras, verás cómo ahorras energía, para tu bolsillo, y beneficias al medio ambiente.

  1. Cierra el grifo cuando te duches o te laves los dientes

Lo mejor es que mientras te estás duchando, o lavando el pelo, o cuando te lavas los dientes, o te afeitas, cierres el grifo del agua. Verás cómo te sorprenderás al ahorrar una media de 20 euros al año en agua y más aún si optas por las duchas cortas

  1. Trata de usar la olla a presión y no el horno

La olla a presión consume menos gas, ya que cocina en menos tiempo y puedes utilizar el vapor que emite para calentar otros alimentos, o incluso para descongelar.

  1. No uses el horno en verano

Evita el uso del horno en verano, prueba ensaladas, batidos o barbacoa. De este modo reducirás el calor en el hogar y ahorrarás en los costes caseros de la refrigeración.

  1. Apuesta por la calefacción programada

Si deseas ahorrar y colaborar con un consumo responsable de la calefacción, piensa en programarla de modo que se encienda poco antes de que llegues a casa, y se apague cuando la temperatura sea de unos 20 o 22 grados. Además no dejes la calefacción puesta toda la noche, no notarás apenas el cambio. Simplemente enciéndela antes de acostarte y cierra la puerta. Cuando te vayas a la cama, la programas para que se apague a la hora y podrás dormirte caliente y sin pasar frío durante el resto de la noche.

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