Las enfermedades y dependencias de las personas dependientes, afectan también a la familia, que asume la función de cuidadora de la persona enferma. Este cuidado familiar es, hoy por hoy, el mejor aliado que tiene nuestra sociedad, para hacer frente a la enfermedad, y lo seguirá siendo en el futuro complementando los sistemas sanitarios y sociales hoy disponibles. la familia, el cuidador familiar, asume una doble dimensión: ser un agente clave en el abordaje de la enfermedad, y ser afectado también por ella.
Para la persona enferma la ayuda del familiar es fundamental, ya que:
- Permite que la persona dependiente desarrolle su vida en su marco habitual, es
- decir, en ambientes conocidos y con personas allegadas.
- · Evita la institucionalización, con el consiguiente ahorro o disminución de recursos que las Administraciones, en tanto que garantes de la asistencia social, han tenido que poner a disposición.
- · Mejora la calidad de vida tanto de la persona dependiente como del resto de lafamilia, puesto que, a pesar de que los cuidados y atenciones prestados no son
profesionales, la relación familiar es en muchos casos garantía de una adecuada
atención
Síndrome del cuidador quemado
Pero el problema es que el cuidador o cuidadora, suelen sufrir lo que se conoce con el nombre de
“Síndrome del cuidador quemado”. Las consecuencias que esta decisión trae consigo para la
persona que ha optado por atender a su familiar dependiente son las siguientes:
- · Personales. Renuncia vital a desarrollar una vida personal adecuada o querida,
- provocando, entre otras cosas, angustia, estrés, depresión, ansiedad…,
- elementos todos ellos (aunque no exclusivos) relacionados con el conocido
- como “síndrome del cuidador quemado”.
- · Sociales. La atención obliga a estar vigilante 24 horas al día, todos los días de la
- semana, lo que hace que el cuidador principal se encierre en su casa, renuncie a
- llevar una vida social normal, abandone a sus amistades…, todo ello con
- sentimientos contradictorios y encontrados.
- · Profesionales. Evidentemente, la mujer que asume el rol de cuidador principal
- renuncia a emprender y/o a desarrollar su vida profesional, pues más importante es el bienestar de su familiar dependiente que su propio potencial profesional.
- · Económicas. Se pierde la oportunidad de que la familia pueda ampliar o complementar las fuentes de ingresos, con lo que a los condicionantes personales antes señalados, hay que añadir además otros de carácter más material, pero igualmente necesarios, que afectan en el conjunto de la unidad familiar.
Por eso, se hace necesaria la ayuda de cuidadores y cuidadoras profesionales, aseguran en Servicio Doméstico Sant Pau, que ofrece los siguientes servicios: Servicio doméstico, Cuidado de personas mayores, Cuidado de personas enfermas, Atenciones hospitalarias, Cuidado de Bebés recién nacidos, Cuidado de niños. Canguros, Empleadas del hogar Internas, Externas y Fines de semana,Empleadas para suplencias, días festivos, noches y por horas, Matrimonios para trabajos en fincas, Choferes…
Sin embargo, familia de comienzos del Siglo XXI ha entrado en crisis siendo, y en poco tiempo, veremos como apenas habrá miembros en la familia que puedan ocuparse de cuidar a otro familiar ya que, en al actualidad se han producido una serie de cambios, tales como:
- · Reducción en el número medio de componentes de la unidad familiar.
- · La familia, cada vez más, está dejando de ser una estructura estable o permanente, tanto en su composición como en su duración.
- · Cada vez son más los miembros de la familia que abandonan no sólo el hogar, sino también el entorno social en que aquélla se ubica, en busca de nuevas oportunidades sociales, económicas o profesionales…
- · Frente a la familia tradicional en la que muchas veces coexistían hasta tres generaciones diferentes con roles claramente diferenciados, en la actualidad, la familia adopta otros modelos en ocasiones bien alejados de esa estructura tradicional.
- · El estatus social de la mujer (principal valedora del tradicional modelo familiar)
- ha cambiado; ha pasado de ser simplemente el ama de casa para incorporarse a una vida laboral activa que, además, compagina con las obligaciones domésticas.
Alteraciones que pueden sufrir las personas cuidadoras
Alteraciones físicas. En los cuidadores se observa un aumento de vulnerabilidad a los problemas físicos, hallándose desde síntomas inespecíficos como la astenia y el malestar general, pasando por otros como alteraciones del sueño, cefaleas, diabetes, úlcera gastroduodenal, anemia y alteraciones osteomusculares. Incluso, se ha podido observar a través de estudios en estos cuidadores, descen sos en la respuesta inmune, lo que les puede hacer más débiles en los procesos infecciosos.· Alteraciones psicológicas. Son numerosos los estudios que constatan niveles altos de ansiedad y depresión en los cuidadores. En ocasiones, se ven desbordados y experimentan sentimientos como la tristeza, el desánimo o la soledad. Se sienten enojados, culpables o desesperanzados, cansados o deprimidos ante la realidad. El estrés emocional es lógico y comprensible. Las personas se asustan de las emociones fuertes, de lo que experimentan al tener sentimientos contradictorios: sentir rechazo y afecto al mismo tiempo o sentimientos negativos hacia el enfermo. · Alteraciones sociales. Los familiares cuidadores sufren mayor aislamiento social, menos disponibilidad de tiempo para ellos mismos, deterioro del nivel de intimidad y disminución de la gratificación por parte del enfermo receptor de los cuidados.