Muchas personas descuidan los pies, porque no son conscientes de que los pies sufren y se trata de una de las partes mas importantes del cuerpo. Según los especialistas, hasta un 80% de los españoles padecen algún trastorno leve en sus pies.
Los pies pueden realizar sus movimientos fundamentales gracias a 19 músculos, 33 articulaciones, 26 huesos, 100 tendones, numerosos vasos sanguíneos y nervios.
El calzado ha supuesto un aumento de los problemas que sufren los pies, como las rozaduras o la infección por hongos. Es aconsejable utilizar un calzado de tu talla, para evitar problemas articulares. Es fundamental que tu pie transpire y que no sea completamente plano, ya que lo ideal es un tacón de 4 cm.
Los profesionales de PodoAvant informan que es muy importante visitar al podólogo al menos una vez al año. La podología trata los problemas relacionados con los pies como las ampollas, la enfermedad de Ledderhose, los hongos, los callos, las uñas encarnadas, etc.
Con la pedicura profesional cuentas con la seguridad del procedimiento médico y el podólogo puede detectar cualquier tipo de patología que se pueda producir en los pies.
El Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) explica que la enfermedad de Ledderhose, también conocida como fibromatosis plantar, es una patología que afecta diez veces más a los pies de los hombres que a los de las mujeres.
Esta enfermedad causa la aparición de
tumores benignos en la planta del pie. Las causas que la originan son desconocidas, pero existen factores de riesgo que predisponen a padecerla y son la diabetes, la insuficiencia hepática, el abuso de alcohol o nicotina, la inmovilización prolongada, los microtraumatismos, los trastornos autoinmunes y los casos de epilepsia.
Otros factores son la enfermedad de Peyronie, que coincide en el 4% de pacientes. O la contractura de Dupuytren, que afecta a las manos y que se ha llegado a ver hasta en más del 10% de casos.
La enfermedad de Ledderhose no es considerada una patología rara en la podología, pero no es muy conocida a nivel social. Los tumores son duros, pueden ser redondos o aplanados. Crecen uno o dos centímetros, pero causan dolor al caminar o cuando van creciendo.
«Su crecimiento es lento y estos bultos se hacen más evidentes cuando se estira el dedo gordo hacia arriba”, explica Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV.
El 50% de los casos de esta enfermedad plantar aparece en los dos pies y afecta principalmente a personas de mediana edad o ancianos. Según los expertos el 25% de los casos son personas más mayores.
Estos patología afecta más a los pies de los hombres que a los de las mujeres, pero se desconoce el motivo. «De todas formas, aunque la causa de la enfermedad es desconocida por el momento, se da más en los hombres porque los factores de riesgo se dan más en ellos también», señala Jorge Escoto.
Además, es una enfermedad que aunque el podólogo haya conseguido reducir los nódulos, puede reaparecer fácilmente.
El diagnóstico de la enfermedad
Para el diagnóstico se lleva a cabo una exploración física. En otros casos para conocer la evolución de la patología, se necesitan ecografías o resonancia magnética. Aunque para estudiar las células afectadas en el microscopio se realiza una biopsia.
¿Cuáles son los síntomas?
-Al paciente le cuesta caminar porque tiene dolores.
-En casos extremos los dedos de los pies se pueden encorvar hacia dentro, por lo que el paciente no puede enderezar los dedos. La falta de movilidad provoca la aparición de otros problemas, como el sedentarismo.
-Esta patología puede acabar tensando los ligamentos de la planta del pie y causar la fascitis plantar.
El tratamiento más adecuado
No existe un tratamiento único, porque depende de las características de cada caso. Los tratamientos de la enfermedad de Ledderhose son los siguientes:
–Estiramientos y masajes: El podólogo recurre al masaje intenso para ayudar a reducir los nódulos.
–Plantillas personalizadas: Estas plantillas favorecen el reparto de las presiones fuera del bulto, aunque se fabrican acorde al pie del paciente.
–Infiltraciones con corticoides o con enzimas proteolíticas: En algunos casos disminuyen los nódulos, pero se hacen mensualmente.
–La aplicación de ondas de choque: Para ablandar los fibromas plantares.
¿Cuándo se recomienda intervención quirúrgica?
El podólogo aconseja la cirugía en los casos más graves, es decir, cuando ha quedado limitada la movilidad del paciente. Hay tres tipos de operaciones: la fasciatectomía local, amplia y completa.
Aunque se puede extraer el tumor, tampoco se consigue evitar que vuelva a aparecer. Si no se frena la enfermedad, se puede recurrir a la radioterapia.