Procedimiento dental

Cuando una caries puede hacerte enfermar

A veces nos olvidamos de lo importante que es cuidar nuestra salud bucal. Y no, no se trata solo de mantener una sonrisa bonita, sino de prevenir problemas mucho más graves que pueden afectar a todo tu cuerpo. Una simple caries, por muy pequeña que sea, puede convertirse en un problema de salud serio. Aquí te vamos a explicar por qué y qué puedes hacer para evitarlo.

 

La boca es un caldo de cultivo de bacterias

Dentro de ella habitan millones de bacterias, tanto buenas como malas. Está demostrado que en la cavidad oral viven entre 700 y 1,000 especies diferentes de bacterias. Algunas son necesarias para mantener el equilibrio de tu microbiota bucal, pero otras pueden provocar infecciones y enfermedades. A esto se suman las bacterias que entran constantemente a través de nuestras manos, el aire, los alimentos e incluso los objetos que nos metemos en la boca sin pensarlo (como un bolígrafo o las uñas).

Ahora bien, ¿qué pasa cuando estas bacterias encuentran un lugar perfecto para multiplicarse, como una caries o una encía inflamada? Aquí es donde comienza el verdadero problema. La caries no es solo un «agujerito» en el diente. Es una puerta abierta para que las bacterias pasen de tu boca a tu torrente sanguíneo y, desde ahí, a cualquier órgano de tu cuerpo.

 

Las bacterias y lo que pueden provocar

Entre las bacterias más peligrosas que habitan en tu boca están:

  1. Streptococcus mutans: Es la principal causante de las caries. Al descomponer los azúcares que consumes, produce ácidos que erosionan el esmalte de tus dientes.
  2. Porphyromonas gingivalis: Se relaciona con la periodontitis, una enfermedad grave de las encías. Si esta bacteria entra a tu sangre, puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
  3. Fusobacterium nucleatum: Estudios han encontrado que esta bacteria puede viajar desde la boca hasta otras partes del cuerpo y estar implicada en problemas como partos prematuros y complicaciones gastrointestinales.
  4. Actinomyces: Puede causar infecciones que afectan los tejidos blandos y los huesos.

Lo alarmante es que estas bacterias no necesitan mucho para entrar en tu organismo. Una herida pequeña en la encía, una caries avanzada o incluso el uso incorrecto del hilo dental pueden ser suficientes para que pasen a tu sangre.

 

¿Cómo acceden las bacterias al organismo?

Cuando descuidas tu salud bucal, literalmente abres varias puertas por las que las bacterias de tu boca pueden entrar en tu organismo. Te explico cómo sucede esto y qué enfermedades pueden desencadenarse en cada caso:

-Caries avanzadas

Una caries no tratada puede ir más allá de la superficie del diente. Cuando alcanza la pulpa dental (la parte interna donde se encuentran los nervios y los vasos sanguíneos), las bacterias tienen acceso directo al sistema circulatorio. Desde allí, pueden viajar a otros órganos y provocar infecciones graves.

  • Endocarditis bacteriana: Esta es una inflamación en las válvulas del corazón causada por bacterias orales que llegan al torrente sanguíneo. Es más común en personas con problemas cardíacos previos, pero puede afectar a cualquiera. Los síntomas incluyen fiebre, fatiga extrema y problemas respiratorios, y puede ser potencialmente mortal si no se trata rápidamente.
  • Sepsis: Si la infección se extiende de manera incontrolada, puede derivar en una respuesta inflamatoria sistémica, conocida como sepsis, que pone en peligro la vida.

Gingivitis y periodontitis

La gingivitis es la inflamación inicial de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana. Si no se trata, puede evolucionar a periodontitis, una infección más grave que destruye el tejido que sostiene los dientes en su lugar. Esta condición no solo puede provocar la pérdida de los dientes, sino que también crea espacios (bolsas periodontales) entre los dientes y las encías. Estas bolsas son como autopistas para que las bacterias ingresen al torrente sanguíneo.

  • Infecciones respiratorias: Las bacterias periodontales pueden ser inhaladas hacia los pulmones, causando neumonía o exacerbando enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC.
  • Complicaciones en el embarazo: Estudios han demostrado que las enfermedades periodontales están asociadas con un mayor riesgo de partos prematuros y bajo peso al nacer, probablemente debido a la liberación de toxinas bacterianas en la sangre.

Abscesos dentales

Un absceso dental es una acumulación de pus causada por una infección bacteriana no tratada. Puede formarse en la raíz de un diente o en los tejidos que lo rodean. Este tipo de infección es dolorosa y puede provocar fiebre, inflamación facial y sensibilidad extrema. Si las bacterias del absceso encuentran su camino hacia el sistema circulatorio, las consecuencias pueden ser graves:

  • Celulitis facial: Una infección bacteriana de los tejidos blandos del rostro que puede extenderse rápidamente al cuello o incluso al cerebro.
  • Abscesos cerebrales: Aunque son raros, pueden formarse cuando las bacterias viajan desde la boca hasta el cerebro. Estos abscesos requieren intervención quirúrgica y tratamientos prolongados con antibióticos.

Procedimientos dentales mal realizados o sin la higiene adecuada

Incluso cuando estás recibiendo tratamiento, hay riesgos si no se toman las medidas necesarias de higiene. Durante procedimientos como extracciones dentales, endodoncias o implantes, la barrera natural de la boca puede romperse, facilitando la entrada de bacterias al torrente sanguíneo.

  • Bacteriemia transitoria: Esto ocurre cuando las bacterias ingresan a la sangre durante un procedimiento dental. Aunque en la mayoría de las personas el sistema inmune elimina estas bacterias rápidamente, en personas con defensas bajas o con enfermedades subyacentes, esto puede derivar en infecciones graves como la endocarditis.
  • Osteomielitis mandibular: Una infección en el hueso de la mandíbula que puede desarrollarse tras un procedimiento quirúrgico si no se maneja con esterilidad.

 

Altas complicaciones

La Clínica Dental Tapia, ubicada en Tapia de Casariego, ha observado un patrón preocupante: un alto porcentaje de pacientes (cerca del 40%) no acude al dentista hasta que la situación se ha complicado tanto que requieren tratamientos más complejos y costosos. Y esto, lamentablemente, podría evitarse si se actuara a tiempo.

Por ejemplo, una caries pequeña puede solucionarse con una simple obturación (el famoso empaste). Pero si la dejas avanzar, podrías necesitar una endodoncia o incluso la extracción del diente, lo que no solo es más caro, sino también más doloroso y difícil de tratar. Además, una caries sin tratar puede infectar los dientes vecinos, causando un efecto dominó.

Las complicaciones también van más allá de la boca. Infecciones dentales graves pueden provocar afecciones potencialmente mortales:

Endocarditis: inflamación en las válvulas del corazón causada por bacterias bucales que llegan al torrente sanguíneo.

2º Abscesos cerebrales: aunque poco comunes, pueden surgir cuando las bacterias viajan desde una infección dental no tratada.

3º Infecciones respiratorias: como neumonía, por inhalaciones de bacterias orales hacia los pulmones.

4º Septicemia: infección general en la sangre, una condición potencialmente mortal.

 

Cuando la situación se va de las manos

En internet y en los periódicos puedes encontrar muchos casos reales de personas que sufrieron complicaciones bastante graves por culpa de no ir a tiempo al dentista.

Como, por ejemplo, el caso de un joven de 24 años en Alicante que ignoró una caries por varios meses. La infección avanzó hasta convertirse en un absceso que afectó la mandíbula y terminó desarrollando una septicemia. Estuvo en la UCI durante dos semanas.

También está el de una mujer embarazada en Madrid, que tenía una periodontitis avanzada que no trató. La infección bucal se extendió y causó complicaciones en el embarazo, resultando en un parto prematuro. Los médicos identificaron bacterias orales en la placenta.

Otro caso fue el de un hombre de 55 años en Asturias, que sufría de dolor dental crónico y nunca acudió al dentista. Finalmente, la infección llegó al corazón, provocándole una endocarditis. Aunque sobrevivió, tuvo que someterse a una cirugía de corazón abierto.

Estos son solo tres casos de muchos otros que ni siquiera salen en los periódicos. La salud dental es tan importante como la de cualquier otra parte del cuerpo y es algo de lo que debemos ser bien conscientes.

 

Consejos para mantener tu salud bucal

La buena noticia es que evitar estas complicaciones está en tus manos. Por ello te dejo estos consejos:

  1. Cepíllate los dientes al menos dos veces al día: Usa un cepillo con cerdas suaves y pasta dental con flúor. El cepillado elimina los restos de comida y placa bacteriana que pueden provocar caries y enfermedades de las encías.
  2. Usa hilo dental diariamente: El cepillo no alcanza las zonas entre los dientes, donde también se acumulan bacterias.
  3. Enjuágate con colutorio: Ayuda a reducir la cantidad de bacterias en la boca y a prevenir infecciones.
  4. Visita al dentista al menos dos veces al año: No esperes a que te duela algo. Las revisiones regulares permiten detectar problemas a tiempo y evitarlos.
  5. Evita los azúcares: Las bacterias se alimentan de los azúcares que consumes, produciendo ácidos que dañan tus dientes.
  6. Mantén una buena higiene en tus manos y utensilios: No metas objetos a la boca sin lavarlos y evita tocarte los dientes sin haberte lavado las manos.
  7. No fumes: El tabaco afecta la salud de tus encías y favorece el crecimiento de bacterias perjudiciales.

 

No te olvides de tu boca

Con ello, protegerás tu cuerpo de problemas graves que podrían evitarse con pequeños cambios en tu rutina. Así que, la próxima vez que notes algo raro en tus dientes o encías, no lo ignores. Recuerda, tu boca es el primer paso hacia una vida sana.

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