Son muchas las mamis y los papis que dudan sobre las ventajas de que sus peques crezcan con la ilusión de la llegada de sus majestades los Reyes Magos, la noche del 5 al 6 de enero. Otros, en cambio, viven la emoción con sus hijos, hasta que, en el cole o algún amiguete del parque, les revela la triste verdad: “los reyes son las madres y los padres”. Algunos, pobres, incluso se lo toman al pie de la letra y creen que sus progenitores, son los mismísimos reyes de oriente. En fin, que en lo relativo a esta y otras creencias infantiles, como papá Noel o el Ratón Pérez, hay opiniones para todos los gustos.
¿Es bueno que los peques crean en los Reyes Magos?
Decir la verdad, desde luego es una opción, pero no es tan bonita como la mentira y el golpe, puede ser muy duro. Algunos niños y niñas se enteran por los compis de clase, otros, a pesar de los “rumores” hacen oídos sordos, y prefieren seguir creyendo en sus altezas Melchor, Gaspar y Baltasar, que quieren seguir manteniendo viva la ilusión.
Pero para algunos profesionales, no es bueno mentir a los hijos e hijas, ni siquiera en esto. Es la primera mentira, el primer golpe, y a partir de ahí, todo viene rodado: nunca más se vuelve a confiar en los mayores.
Los datos recogidos en las encuestas a pie de calle, no muestran trauma alguno, sino más bien todo lo contrario. La mayor parte de los entrevistados aseguran haber vivido esa época de su infancia en la que todavía creían en los Reyes Magos, con mucha ilusión, y con respecto al golpe, casi ninguno lo recuerda.
“Me enteré en el colegio”, dice Antonia, “pero me hice la tonta para que mis padres me comprasen lo que yo quería. Claro que ellos, tampoco eran tontos y casi sin darme cuenta, empezaron a decir cosas como, es muy caro y tal y cual. Ya no parecía importarles mi presencia y entonces caí en la cuenta, sabían que yo, ya lo sabía”.
“A mí me lo contó una vecina”, afirma Manuel, “era un par de años mayor y ella, a su vez, se había enterado por su prima, de la misma edad. En mi caso fue una gran faena, porque, inmediatamente corrí a contar a mi familia la gran mentira que me acababan de contar. Ellos, no dudaron ni un segundo en confirmarme, que era cierto, y que los reyes no existían. Así que aprovecharon para decirme que no estaba el horno para bollos y que ya era mayor, que se acabaron los juguetes y que, a partir de ahora, calcetines y pijamas”.
Otros, como Carmen, no se lo tomaron tan bien y se pasaron días enteros llorando, pero para compensarlo, confiesa esta mujer, “ese año, me trajeron más juguetes que nunca”. Bueno, al final la historia acabó bien. Quién sabe si sería la estrategia de una pequeña listilla…
Pero el caso, es que casi todo el mundo tiene un buen recuerdo de esa época y por eso, quieren que sus pequeños crezcan con la misma ilusión que lo hicieron ellos. De hecho, cada vez son más los mayores que se disfrazan de Reyes Magos o de Papá Noel, para dar una sorpresa a las niñas y niños de la familia, aseguran en La Casa de los Disfraces, una tienda, que además de establecimientos físicos, cuenta con una tienda online en la que se pueden encontrar todo tipo de disfraces, claro que en Navidad, los más vendidos, como no, son los de rey mago, paje, reno, papá Noel, etc. Y además, están muy bien de precio y los envíos son muy rápidos. Así que, ya no hay excusas para no darle una alegría a los peques del hogar.
Por qué es bueno creer en los Reyes
A pesar de ser una enorme mentira, hasta los medios de comunicación se cuidan de soltar la gran verdad. Los niños y niñas deben seguir creyendo en los Reyes Magos, ¿por qué?
- Pues bien, en primer lugar, los adultos, tratan de mantener la ilusión de los más peques el máximo tiempo posible. Sabemos, por experiencia, esta ilusión, no durará siempre, que la vida, no es fácil y se comenten infinidad de errores. Dejemos, pues, que los peques tarden un poco más en conocer la dura realidad. Creer en la magia, en lo imposible, es un privilegio que solo una niña, un niño, son capaces de poseer.
- Según los neurocientíficos, es un método muy eficaz para probar la paciencia del peque, que ha de esperar hasta el día 6 de enero para recibir lo inmediato. La paciencia, en la era de lo inmediato, es un valor que es necesario fomentar. Además, la espera, solo hace que el regalo se reciba con mucha más ilusión. Pero no solo eso, es que el tiempo de esperar por el regalo puede ser más placentero que el regalo mismo.
- Como todos los cuentos, no es real, pero sirven para preparar al cerebro para lo que pudiera venir. Es lo mismo que ocurre en el cine, que provoca que la mente llegue a imaginar cosas que no existen, pero que podrían existir: por ejemplo, las pelis de las invasiones extraterrestres, que preparan al cerebro para resolver la situación en caso de que ocurriera.
- Porque los Magos, si existieron, aunque ni eran Reyes ni eran tres. La biblia dice lo siguiente al respecto: Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle (…) Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos (…) y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.