A medida que las personas envejecen, es común que enfrenten una serie de problemas bucales que pueden afectar su calidad de vida y bienestar general. Estos problemas dentales pueden ser el resultado de diversos factores, incluido el desgaste natural de los dientes, la falta de cuidado dental adecuado a lo largo de los años y las condiciones médicas crónicas asociadas con el envejecimiento.
Por ello, a lo largo de las siguientes líneas os queremos acercar cuáles son algunos de los problemas bucales más habituales y, con ello, conocerlos de primera mano para poder prevenir su aparición. En este sentido, sobre todo en la tercera edad es habitual encontrarse con:
- Pérdida de dientes: la pérdida de dientes es uno de los problemas dentales más comunes en los ancianos. Esto puede ocurrir debido a la caries dental, la enfermedad de las encías, la enfermedad periodontal o el desgaste natural de los dientes con la edad. La pérdida de dientes puede afectar la capacidad de masticar correctamente los alimentos, lo que puede llevar a una mala nutrición y otros problemas de salud.
- Enfermedad de las encías: la enfermedad de las encías, también conocida como enfermedad periodontal, es una afección común en los ancianos que afecta los tejidos que rodean y sostienen los dientes. La enfermedad de las encías puede causar inflamación, sangrado de las encías, mal aliento, sensibilidad dental y eventualmente pérdida de dientes si no se trata adecuadamente. Además, se ha demostrado que la enfermedad de las encías está relacionada con un mayor riesgo de enfermedades sistémicas como enfermedades cardíacas y diabetes.
- Caries dental: aunque es más común en niños y adultos jóvenes, la caries dental sigue siendo un problema dental significativo en los ancianos. La disminución de la producción de saliva, el uso frecuente de medicamentos que reducen la saliva y la exposición prolongada a azúcares y ácidos pueden aumentar el riesgo de caries dental en los ancianos. Las caries no tratadas pueden provocar dolor, infecciones y pérdida de dientes.
- Xerostomía (boca seca): la xerostomía, o boca seca, es una afección común en los ancianos que resulta de una disminución en la producción de saliva. La saliva es importante para mantener la salud bucal porque ayuda a neutralizar los ácidos, eliminar los restos de alimentos y proteger contra las caries y las enfermedades de las encías. La boca seca puede ser causada por medicamentos, enfermedades sistémicas, radioterapia y otros factores, y puede aumentar el riesgo de caries dental y enfermedad de las encías.
- Desgaste dental: el desgaste dental es otro problema dental común en los ancianos, que resulta del uso constante y el envejecimiento natural de los dientes a lo largo de los años, tal y como nos explican los expertos odontólogos de Tot Dental, quienes lidian cada día con este tipo de problemáticas. El desgaste dental puede hacer que los dientes se vuelvan más frágiles, sensibles y propensos a las caries. Además, el desgaste dental puede afectar la estética de la sonrisa y la función de masticación.
- Problemas de prótesis dentales: muchos ancianos utilizan prótesis dentales, como dentaduras postizas o puentes, para reemplazar los dientes perdidos. Sin embargo, las prótesis dentales mal ajustadas o mantenidas pueden causar una serie de problemas, incluidas úlceras bucales, irritación de las encías, dificultad para hablar y comer, y pérdida de la función de masticación.
- Cáncer oral: aunque menos común que otros problemas dentales, el cáncer oral es una preocupación importante en los ancianos. El riesgo de cáncer oral aumenta con la edad y puede verse afectado por factores como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la exposición prolongada al sol y una mala higiene bucal. El cáncer oral puede manifestarse como úlceras bucales que no sanan, cambios en la textura de los tejidos bucales o dolor persistente en la boca.
¿Cómo se ha de afrontar la pérdida de dientes asociada a la edad?
La pérdida de dientes asociada al envejecimiento es un problema común entre los ancianos, pero existen diversas opciones para afrontar esta situación y restaurar la función y la estética de la boca. En este sentido, algunas formas de abordar la pérdida de dientes pasan por:
- Prótesis dentales removibles: las prótesis dentales removibles, como las dentaduras postizas, son una opción común para reemplazar varios dientes o todos los dientes perdidos. Estas prótesis se pueden quitar y volver a colocar fácilmente y están diseñadas para encajar cómodamente en la boca. Las dentaduras postizas pueden mejorar la capacidad de masticar, hablar y sonreír, y pueden ser una solución efectiva para aquellos que han perdido la mayoría o todos sus dientes.
- Puentes dentales: son habituales para reemplazar uno o varios dientes perdidos. Estos dispositivos consisten en dientes artificiales unidos a estructuras de soporte que se adhieren a los dientes adyacentes naturales. Los puentes dentales pueden restaurar la función masticatoria y mejorar la estética de la sonrisa, pero requieren dientes naturales sanos para su colocación.
- Implantes dentales: son una opción avanzada y duradera para reemplazar dientes perdidos. Consisten en pequeños tornillos de titanio que se colocan en el hueso de la mandíbula y actúan como raíces artificiales para sostener los dientes artificiales. Los implantes dentales ofrecen una solución permanente y natural que se integra con el hueso de la mandíbula, proporcionando estabilidad y función similar a los dientes naturales.