Ahora que ya tengo a los niños ya criados y que tenía tiempo libre, decidí volverme a enganchar a los libros. Siempre fui un niño al que le gustó estudiar, pero en mi casa después del colegio hacía falta el dinero y tuve que ayudar en el bar que tenían mis padres.
Tuve suerte y en los años donde se construía como setas me gané un buen dinero que luego me permitió montar un restaurante que es donde he estado trabajando todos estos años. A pesar de todo, a mí siempre me hubiera gustado estudiar derecho y antes de comenzar mi objetivo que era ser universitario tenía que sacarme el acceso a la universidad.
Buscando por información por Internet di con el “Centro Universitario San Bernardo” que es una academia de preparación para el acceso a la Universidad para los mayores de 25 años. Aunque vivo en el sur de Madrid, tiene fácil acceso, pues está situado junto a la Puerta del Sol.
Volver a estudiar un reto para mí
Buscaba una academia que estuviese especializado en dar cursos para preparar las pruebas de acceso a la Universidad para los mayores de 25 años. Me dijeron en recepción que llevaban 45 años preparándolas para los alumnos extranjeros. El Centro Universitario San Bernardo actual se fundó en los años 80.
Llevo ya unas semanas metido en “harina” y la verdad no puedo estar más contento con el centro, pues tienen unos profesores que nos están metiendo caña. Aunque los alumnos somos protestones por naturaleza, lo cierto es que para los que llevamos muchos años sin tocar un libro no nos viene mal que nos marquen un poco el ritmo.
Se nota la cantidad de años sin estudiar, sobre todo al principio a la hora de coger ritmo y hábito de estudio. A pesar de esto, por el momento ya he aprobado los primeros parciales y espero seguir así. En mi clase hay compañeros que no les gustaba nada estudiar de niños o adolescentes y ahora disfrutan de verdad. En mi caso vuelvo a disfrutar.
Sé que si trabajo duro, en unos meses voy a poder celebrar mi ingreso en la UNED para estudiar el Grado Derecho y realmente es lo que tengo más ganas, será como un sueño hecho realidad, pero los sueños saben mejor si cuestan de verdad y sé que voy a tener que hacer muchos sacrificios.
Mi mujer y mis hijos tendrán que disfrutar de mi algo menos, puesto que tendré que estudiar duramente en las épocas de examen, pero realmente deseo hacer esto y en todo momento he encontrado apoyo por su parte y de verdad que se agradece.
Si realmente tenéis el deseo de estudiar os animo a ello. Además de deseo, lo más conveniente es tener las ideas claras, eso os ayudará a poder hincar los codos con mayor determinación, pues como no tengáis ganas de verdad, al final llegarán los temidos exámenes y cualquier excusa será buena para no prepararlos.
Espero que estas palabras que os he escrito os animen a volver a los estudios a los que de verdad sintáis que debíais quitaros la espinita de no haber podido estudiar de joven. En vuestra mano está.