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Niños y niñas a la moda

Es inevitable si visitas tiendas como Blau i Rosa no querer que tu pequeño vaya vestido a la última. La moda es algo inherente a la sociedad y los niños y niñas, son parte de la misma y el futuro que está por llegar. Si los niños y niñas de hoy, sienten interés por la moda, lo seguirán haciendo durante toda su vida. Estos pequeños aprendices de hoy, serán los maestros de la costura del mañana. Aunque tampoco vamos a hablar en este post del futuro de la moda y en manos de quien estará.

Eso de ir a la moda puede resultar frívolo y superficial, sobre todo si hablamos del sesgo infantil. ¿Qué importancia puede tener para los más pequeños el hecho de ir a la última en lo que a ropa se refiere? Tal vez, la cosa no sea tan simple y podamos ir un poco más allá. Realmente, la moda, es un estilo de vida, una seña de identidad propia y personal, para muchos, además es arte, disfrute y creatividad. No en vano, el diseño es todo un arte que requiere de grades dosis de creatividad. Diseñar ropa, no es algo tan fácil como pueda parecer.

Las prendas que cada persona elige, en función de su forma de ser y su manera de actuar, deben encajar y componer un equipo práctico y cómodo, a la par que coherente con la personalidad. Puede resultar incoherente que una persona que lleva una falda de tul no se encuentra cómoda llevando ese tipo de prendas, aunque sea la moda. Seguir o no las tendencias que imperan en cada momento, es opcional. Esa elección, dice mucho de la personalidad de cada uno o una. Si educamos a los niños y niñas de modo que entiendan este concepto, les estamos facilitando el camino para que elijan su modo de expresión.

Desde el siglo XV, momento en el que el que el comercio se haya en pleno auge, la moda cobra mayor relevancia. Eso no quiere decir que no haya estado presente siempre en las diferentes épocas y sociedades. Ya en tiempos remotos, allá por el Paleolítico, se utilizaban elementos para confeccionar ropa de abrigo cuando el frío hacia acto de presencia. En aquellos tiempos, las astillas pulidas del hueso hacían las veces de aguja para coser las prendas con tiras de cuero. En cada periodo de la historia se han ido creando y marcando tendencias. Si nos venimos a siglos más recientes, en el Renacimiento, la línea del momento tenia influencias en los vestidos comprimidos y encorsetados con escotes cuadrados y zapatos de línea horizontal. Fue entonces cuando los vestidos femeninos se confeccionan resaltando las caderas femeninas para potenciar esa idea de fertilidad que se asocia directamente a las mismas.

Moda, sostenibilidad y otras cuestiones

Hoy en día, la moda va más allá de la ropa. Existe moda en todo: vestimenta, calzado, tecnología, diseño, viviendas… Cada época, cada momento, cuenta con sus modas y las mismas, acaparan todos los campos.

En este momento, la tecnología y el protagonismo que poseen las redes sociales, han hecho de la moda, tendencia, favoreciendo el crecimiento del concepto fast fashion que contribuye a no conferir valor a las prendas y dificultar que las personas no sean capaces de definir su propio estilo.

Un claro ejemplo de esta realidad es que tanto niños, niñas y jóvenes, copian con frecuencia los looks de los influercers cuando realmente, ni representan ni conocen el medio. Caso de personas que se han hecho famosas por participar en programas de televisión o gozar de una gran visibilidad en las redes sociales a las que las marcas, convierten en prescriptores. Publicitan una cosa cada día, potenciando el consumismo.

Viendo todo esto, hay que hacer hincapié en la educación que reciben los niños y niñas en los colegios. Enseñar y promover el reciclaje de las prendas, proteger el medio ambiente y fomentar la sostenibilidad. Si los más pequeños observan que las prendas se desechan y cambian de manera constante, difícilmente se puede hablar de sostenibilidad en la moda infantil, además de que ellos mismos demandarán los cambios porque tendrán que vestir como los demás. Sin mencionar todo el asunto concerniente a la explotación infantil existente en torno al mundo de la moda.

Para los más pequeños, la moda puede ser una forma de expresión para niños, niñas y adolescentes, sobre todo a la hora de buscar su seña de identidad, su distintivo personal. Resulta extraño que a una niña no le llame la atención disfrazarse utilizando ropa de su madre o hermana mayor, ponerse los tacones, idear faldas o vestidos con un pañuelo o cualquier pedazo de tela o que un niño, no disfrute de hacerse una capa con cualquier elemento de la casa como un mantel o toalla. Cuando somos pequeños, tenemos esa libertad y capacidad de crear que nos ofrece la moda para ser lo que queramos, mostrar como somos y sentirnos cómodos con nuestra creación textil. Ese momento de creatividad, es algo innato a todos siempre que no se inhiba. Quien mas y quien menos, ha jugado a disfrazarse con las prendas que había por la casa, haciendo gala de su ingenio.

Una vez que nos hacemos mayores, la mayoría de esos talentos creativos, se introduce en el mundo de las tendencias que marca la sociedad y pierde su identidad. En este aspecto, lo mas recomendable sería que los niños, tuvieran más información sobre el mundo de la moda y de este modo, poder opinar, sacar conclusiones y enfrentarse con ello, sabiendo que la moda, no es una imposición si no un mundo de posibilidades.

Si desconoces que existe un tipo de prenda, no podrás hacer uso de ella. Educar y enseñar a los más jóvenes que la cazadora del año pasado aunque haya pasado de moda según los cánones y estándares marcados, puede tener una nueva vida haciendo algún “apaño” como cortar sus mangas o añadir algún complemento y que, ese arreglo va a hacer que represente tu personalidad, puede resultar tan práctico como ameno. El resultado, puede ser un niño o niña con una personalidad mas reforzada y mayor confianza en si mismo.

Dejar ser a los niños y niñas

Para los más pequeños, poder tomar sus decisiones a la hora de vestir, es algo muy importante que a veces los adultos, no tenemos en cuenta. Solo hay que echar la vista atrás y evocar aquellos momentos en los que tu madre te colocaba un traje en particular que a ti no te hacia pizca de gracia y te sentías ridícula o ridículo durante todo el día. Que ganas de ser mayor y poder ponerme lo que me apetezca, era el pensamiento principal.

Hagamos lo contrario, permitamos a los niños y niñas elegir, ser, mostrarse. La moda, al fin y al cabo, es flexible, maleable, adaptable. No hay que encorsetarse en una línea o tendencia. Mas todavía en estos tiempos en los que todo vale. Son muchas las ocasiones en las que los padres y madres, ejerciendo su potestad, pretenden indicar, aconsejar o vestir directamente a los hijos. Si ellos lo tienen claro no van a dejarse influenciar y no deben hacerlo. A la hora de vestir, deben sentirse cómodos, seguros y confiados. En caso contrario, se sentirás disfrazados e incómodos, como si tuvieran que fingir. Aunque es factible que pueda arriesgarse por la tendencia siempre y cuando, no suponga convertirse en otra persona diferente o se haga por la obligación impuesta o con la finalidad de formar parte de un grupo social y sentirse aceptado.

Momentos difíciles como la pubertad y la entrada en la adolescencia son clave para afianzar la personalidad y seguir construyéndola. Como decimos, la ropa que llevamos se convierte en nuestra seña de identidad. Siempre encontramos alguna prenda que va con nosotros a muerte y es justo en esa etapa donde la búsqueda del propio ser, se convierte a veces, es una lucha con nosotros mismos. Cambios de vestimenta, de grupos sociales, de hábitos, se concentran en esa etapa crucial.

Es el momento en el que se identifican con algún famoso o personaje popular, sea cantante, actor o el influencer de turno. En esa etapa, hay que educar para que el consumismo no se haga ley y adquieran su ropa en función de la necesidad real. No se trata de comprar pares de pantalones, docenas de camisetas o ropa que, en realidad, no se va a usar, solamente porque esa persona admirada lo haga.

Evidentemente, cada niño o niña es un mundo y hay de toda condición. Desde los que exigen ir a la última y no aceptan reciclar la ropa hasta los que son fieles a una marca y no necesitan más. Educar a los más jóvenes para que sepan apreciar el valor real de la moda y en lo que consiste en realidad es la asignatura pendiente en muchos hogares y la sociedad en general.

Tendencias al margen, moda, es todo lo que cada uno elige para sentirse cómodo o cómoda y lleva su sello personal. No es necesario que todo el mundo vaya igual vestido, hay que buscar la diferencia, aunque la cazadora, blusa o jersey, sea del mismo color y diseño.

 

 

 

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