Que los niños son el centro de nuestras preocupaciones así como de nuestras satisfacciones es innegable, pero no siempre estamos preparados para pasar todo nuestro tiempo con ellos, como adultos que somos necesitamos tiempo para nosotros, compartir tiempo y conversaciones con otros adultos, tomarnos unas copas y hablar de cosas superficiales o trascendentales si el momento lo requiere, sin la presencia o la atención de los niños. Y no por todas estas cosas que comentamos somos peores personas, somos seres humanos y como tal tenemos nuestras debilidades y necesidades, no somos peores padres por necesitar un respiro.
Por suerte esta necesidad de los padres se ha entendido y hoy en día encontramos muchas posibilidades para entretener a los niños un ratito mientras que nosotros nos relajamos. Cierto es que antiguamente no existían tantos servicios como ahora, pero nos encontramos en el siglo XXI y quedó atrás eso de hacer sentir mal a los padres que se quejaban de que no tenían tiempo para ellos. Para suplir esta necesidad han surgido muchos negocios en los últimos años que se centran en el entretenimiento de los niños, está enfocado a ellos, sin embargo como consecuencia los que se benefician son los mismos padres porque se ven liberados por unas horas de la atención constante que como padres ejercen sobre sus hijos.
Podemos encontrar cafeterías, restaurantes, centros comerciales…con espacios reservados para el entretenimiento de los niños mientras que los padres se toman un café, disfrutan de la sobremesa de la comida o hacen la compra tranquilamente, parece una tontería, pero resulta liberador y les sirve para cargar las pilas, y lo mejor de todo señores es que no es ningún delito reconocer que se necesita un respiro. Igualmente encontramos unos establecimientos al uso, los conocidos como parques infantiles, donde acudir con más padres para básicamente soltar a los niños como potrillos salvajes a que jueguen con la tranquilidad de que van a estar vigilados y que de allí no van a escapar mientras los padres se toman un café o un refresco y comentan las batallitas de la semana, puede que no parezca un planazo para adultos, pero cuando tu vida social gira en torno a los niños, agradeces que tus amigos también tengan niños y los mismos agobios que tú para poder compartirlos con ellos mientras con el rabillo del ojo vigilas a tus hijos.
Existe una gran variedad de actividades para entretener a los niños
Algo que también se ha puesto muy de moda en los últimos años son los animadores infantiles, esto ya es un nivel superior. Como nos cuentan desde El Unicornio, una empresa de animación infantil en Badajoz, ofrecen servicios para todo tipo de eventos como cumpleaños, bodas, bautizos, comuniones…. o para cualquier otra concentración donde haya niños como campamentos, colegios… Lo cierto es que este tipo de servicios te salvan cualquier evento o reunión, es una manera estupenda y tranquilizadora para que los padres puedan acudir con los niños y disfrutar del ambiente con el resto de adultos sabiendo que sus hijos lo van a pasar en grande y que van a estar bien atendidos sin la necesidad de la constante vigilancia de sus padres. De esta manera tanto adultos como niños lo pasarán bien, sin tener que estar vigilando, evitando el estrés y las broncas de los padres a los hijos, y sin tener que aguantar al padre pesado que no deja que su hijo se mueva de su lado.
Es cierto que antiguamente estos servicios no existían y los padres se pasaban la vida detrás de los niños controlando para que no hicieran trastadas, no se metieran en líos y no se rompieran una pierna. También es cierto que se oyen, o más bien, se oían muchas voces al principio, cuando empezaron a verse este tipo de establecimientos y servicios de aquellos que cuestionaban a esos padres que dejaban a sus niños al cuidado de otros. Pero esto es igual de absurdo como cuando se criticaba que los padres por llevar a los niños a la guardería, siempre queriendo dar a entender que son malos padres por no estar las 24 horas pendientes de los niños. Se ha demostrado que es bueno que sociabilicen y se despeguen de la influencia de sus padres, les ayuda a crecer mejor, de una manera más equilibrada, a establecer mejores relaciones sociales y desde luego ayuda a los padres a tener algún ratito de vida propia, esto no les hace peores, al contrario les ayuda a recargar energías para seguir cuidando y amando a sus hijos.