Soy consciente de que un gran porcentaje de las madres con las que comparto conversación me cree una persona un poco exagerada con el tema de la limpieza y es algo que me resulta verdaderamente curioso cuando a mí me parece totalmente lo contrario: ellas son las exageradas.
Tengo dos hijos, uno de 2 años y medio y otro de 5 años y ninguno de los dos nos ha salido tranquilo. En otras palabras: que si están quietos cinco minutos es un milagro de la naturaleza. Esto provoca que cuando salen de la escuela infantil lleguen a casa llenos de manchas y si vamos al parque lo mejor es meterlos en la lavadora directamente porque siempre van llenos de tierra y esto es algo que no me importa, al contrario, me parece lo más normal del mundo. Para mí, que mi hijo llegue a casa sucio y con manchas me demuestra que se lo pasado bien, que ha hecho actividades, que ha aprendido y que ha experimentado con su entorno (dentro de unas medidas por supuesto). Sin embargo, otras madres se llevan las manos a la cabeza si ven a sus hijos tirados culo en tierra jugando con la arena o les limpian continuamente las manos con toallitas esperando retirarle todos los gérmenes del mundo y evitar, de ese modo, que se los lleven a la boca. ¿Es que estas madres no han oído hablar de que necesitan anticuerpos para estar danos? Necesitan constiparse, tener fiebre y pasar la varicela y no estoy diciendo ninguna barbaridad.
En contraposición a todo esto, cuando yo hablo del cuidado que tengo con la limpieza del hogar, sobre todo en la cocina y el baño, y en lo estricta que soy con este tema en todos los lugares a donde llevo a mi hijo, ellas piensan que soy una exagerada. A ver si lo entiendo ¿les parece más peligroso que se lleven a la boca una mano con tierra del parque a que se les prepare la comida en bancos de cocinas sucios llenos de bacterias y gérmenes? No lo entiendo, y mucho menos cuando hablamos del baño.
La escuela infantil donde llevo a mis hijos es A Camelia, en mi opinión la mejor de Vigo, y una de las primeras cosas que hice antes de matricularlos es pedir que me enseñaran las instalaciones para ver la cocina y comprobar el estado y la higiene de la misma. Incluso me atreví a preguntar si se encargan ellos mismos de la limpieza de la escuela o si encargaban este servicio a una empresa externa.
Profesionales de la limpieza
Antes, cuando vivía en Madrid, Limpiezas Velasco llevaba todo este tema, tanto en casa como en la oficina. Venían dos veces por semana y hacían un trabajo estupendo, pulcro y sin nada que reprocharles. Actualmente, como llevamos poco tiempo en Vigo, no conozco una empresa de estas características por la zona pero ya estoy en busca y captura (como dice mi marido), porque es algo que me tomo muy enserio y no tolero ver nada sucio en las zonas donde van a estar mis hijos.
Probablemente para el mes que viene ya podré contar con ayuda en casa. Obviamente la limpieza diaria la hago yo pero me gusta que venga un profesional al menos una vez por semana para hacer algunas zonas como el baño más a fondo. Así yo me quedo tranquila y mi familia también. Y, obviamente, demando lo mismo en las escuelas o en los lugares a donde voy a llevar a mis hijos, lo que no me parece nada extraño por otra parte. Es que no sé cómo no pueden entenderlo, no hablamos de microbios que hay en todas partes y que los niños van a tocar sí o sí, lo cual es hasta sano, hablamos de “suciedad” y eso no se puede tolerar de ninguna manera. ¿Quién es la exagerada entonces? La que no deja a sus hijos jugar por si se manchan o la que les deja jugar y luego intenta tener limpias ciertas zonas conflictivas? Creo que es bastante obvio de qué hablo ¿o no?