Se lleva advirtiendo desde hace muchos años y lo cierto es que hay gente que no lo ha terminado de tomar en serio. Pero la sociedad no se detiene y la verdad es que los cambios que se advertían se están produciendo a una velocidad endiablada. Nos referimos, en concreto, a un asunto como el de la demografía española, que es uno de los que empieza a causar una mayor ansiedad entre la clase política española sobre todo a causa de las pensiones y de cómo hacer frente a sus pagos teniendo en cuenta que son cada vez más los mayores de 65 años que la reciben.
La sociedad, en nuestra opinión, todavía no está preparada para hacer frente a las necesidades de esa pirámide invertida en la que se ha convertido nuestra demografía. Hay cada vez menos jóvenes, pero si lo analizamos con el suficiente detenimiento, nos podemos dar cuenta de que los servicios para los jóvenes se han multiplicado especialmente a causa del auge de las redes sociales. Por otro lado, huelga decir que eso ha dejado en una especie de rincón a los mayores, que ni tienen tantas ofertas de ocio ni servicios especiales a los que recurrir. Y ese es un problema ya no solo del futuro, sino del presente.
Hay que tener en cuenta una cosa: la generación del Baby Boom está apunto de alcanzar su edad de jubilación y, por tanto, existe la necesidad de que empiecen a crecer los servicios destinados a la gente mayor, porque dentro de muy poco van a ser mayoría en el interior de nuestras fronteras y todo el mundo lo sabe. Todavía tenemos algo de tiempo para ir preparando servicios especiales y ampliar los ya existentes para este grupo de población antes de que siga creciendo. Tarde o temprano, serán necesarios muchos avances en este sentido y es mejor que desde ya se empiece a trabajar en ellos.
Uno de los servicios que se debe desarrollar de un modo urgente de cara a la ampliación del público mayor de 65 años en España es el que tiene que ver con las residencias geriátricas. Hacen falta más residencias y, sobre todo, más plazas en ellas. Es algo de lo que se han venido dando cuenta en la residencia La Nueva Florida. Sus profesionales nos han indicado que la demanda de plaza para sus instalaciones se ha duplicado en apenas un año y tienen la sensación de que ese aumento de la demanda va a ser una constante al menos durante la próxima década. Ser capaces de ofrecer una respuesta a esta necesidad social es, desde luego, vital en los tiempos que corren.
Una noticia publicada en la página web del diario El Mundo indicaba que el número de personas mayores en España había alcanzado un récord histórico en el verano de 2017. De hecho, por cada 100 jóvenes, había un total de 118 personas mayores. Esto pone de manifiesto que la sociedad está cambiando y que, desde luego, hay que prepararse para ser una sociedad todavía más envejecida de lo que ya somos.
En otra noticia, la web del diario ABC indicaba que, de cara al año 2030, el volumen de personas mayores de 65 años sobre el total de la población iba a ser del 30%. Nunca antes ha sido tan alto, y lo cierto es que esta no es sino otra prueba de que, a partir de ahora, va a ser imprescindible que tengamos en cuenta las necesidades de los más mayores. No nos va a quedar otro remedio y lo cierto es que no nos debe dar ningún tipo de reparo: simplemente hay que construir una sociedad que tenga más en cuenta todo lo que personas de este tipo necesitan. Es nuestro deber moral.
El resto de sociedades europeas están en la misma situación
A nadie le cabe la menor duda de que España no es una excepción en el tablero internacional en este sentido. Países tan importantes como Gran Bretaña, Alemania, Francia o Italia están en la misma situación que nosotros, con una sociedad cada vez más mayor y que tiene otro tipo de intenciones y problemas que los que podía tener la sociedad de hace dos o tres décadas.
Lo que es evidente es que el mundo está cambiando y que hay que saber adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad moderna. Y hay que hacerlo por el simple compromiso social que debemos tener con todas las personas que habitan este planeta. Como seres humanos que somos, no podemos hacer otra cosa que no sea esto. Deberíamos tenerlo en cuenta solamente por el hecho de que, antes o después, nosotros y nosotras también seremos parte de esa tercera edad. Que no se nos olvide.